Dicho de otra manera, el capital físico que poseemos es el resultado de nuestra alimentación pasada. Nuestra salud y nuestras expectativas de vida son consecuencia de la alimentación.


Si usted logra administrar su alimentación lo que podrá administrar será su propia vida.

Todos los errores alimenticios que ha hecho desde su infancia han sido registrados por su organismo que, en cada ocasión, ha montado un dispositivo excepcional para tratarlos. Muy a menudo ha visto aparecer los efectos secundarios de esos dispositivos en forma de diferentes síntomas (dolores de cabeza, trastornos gástricos, ataques de hígado). Han sido las señales de una saturación del organismo y también de su debilitamiento, que se manifiesta en una mayor vulnerabilidad.

Los síntomas son diferentes de un individuo a otro, pero la causa es siempre la misma: la mala administración de los alimentos.

Al tratar de solucionar un problema de peso quizás haya encontrado la solución de todos los demás males que pueda padecer.